martes, 14 de julio de 2009

El imperio (Riszard Kapucinski)

El Imperio (Riszard Kapucinski)

El primer contacto de K. sobre lo que él denomina “El Imperio”, se retrotrae al año 1939 (en ese momento él tenía 7 años). Tras el pacto Ribbenthrop-Molótov, Polonia es repartida entre Alemania y la URSS. Minsk se ha llenado de marinos soviéticos llegados del Mar Negro donde acaban de hundir a la flota polaca. Muy pronto comienzan las deportaciones. El padre de k, maestro, regresa del frente en secreto a casa, e inmediatamente debe volver a huir. La segunda parte del relato corresponde al año 1958. K (con 26 años) Recorre en el transiberiano el trayecto Pekín Moscú, K. y realiza una descripción geográfica sobre Siberia, aunque con un trasfondo político y humano. Ya en 1967 (35 años) recorre las repúblicas soviéticas del sur, y en 1989 (57 años) vuelve a la URSS para contar la perestroika y el desmoronamiento del imperio.

Chitá Ulán-Udé Siberia. Nadie en occidente amenaza a los niños ni a los adultos con mandarlos a Groenlandia o a Canadá: “Lávate las manos porque si no, te llevarán a Canadá” en esos países nadie encadena a nadie.... En Siberia los enemigos son el frío, el hambre y la fuerza armada. En 1842 Adam Mickiewicz pronunció dos conferencias sobre el general Kopec que perdió al lado de kosciusko en Maciejowice y fue deportado en una kibitka a Kamchatka. El coche cubierto de pieles y forrado de hojalata era un ataud con un saco de paja en lugar de asientos (Kopec iba herido). Por causa de las borracheras de sus vigilantes, tuvo varios accidentes en los que murieron tres soldados, mientras otros se rompían brazos y piernas. Ni un camino: tan sólo montañas terribles y desfiladeros.
Ulan Udé – Krasnoiarsk. Los buriatos siberianos consideran sagrado todo animal blanco.
Krasnoiarsk – Novosibirsk. Los mismos macizos de bosque, las mismas espesuras y calveros, las mismas montañas de nieve esculpidas por el viento. Todo aquel que se adentra en la blanca infinitud de Siberia tiene la misma sensación: la de hundirse ne la nada; la sensación de ir desapareciendo. Paris es el centro del mundo.
Novosibirsk – Omsk. Sólo el traqueteo de las ruedas, monótono, insistente, cada vez más insoportable. E pronto, las ventanas se han cubierto de gruesas capas de nieve y el aullar del viento penetra pro todos los rincones del tren.
Omsk – Cheliabinsk. Sexto o séptimo día de vieja desde Pekín. En espacios inmensos y monótonos, la medida del tiempo se diluye...como en los cuadros de Dalí. Sólo muy de cuando en cuando aparece el sol. La mayor parte del tiempo, el viaje transcurre en la oscuridad y ni siquiera durante el día se ve mucho más que las extensiones de nieve. En el tren no hay manera de hablar con nadie. Si hay algo en el genio del pueblo ruso, ese algo se expresa en la expresión “Así es la vida”. Aquí, el extranjero suscita curiosidad, pero sobre todo miedo. Por contacto con extranjeros, Stalin mandaba fusilar. Un extranjero es un saboteador, un espía, ¿Por qué mira tanto por la ventanilla? ¿qué pretende ver? ¡no verá nada! El trayecto del transiberiano ha sido despejado de todo aquello que podría interesar a un espía. Parece que el tren corra por un tunel de hule; no se ven sino paredes: el muro de la noche, el muro de la nieve. ¿Y por que intenta hablar con la gente? ¿Por qué hace tantas preguntas? ¿Ha tomado notas? ¿qué apuntaba? ¿Todo? ¿Y dónde guardaba esas notas? ¿las lleva encima todo el tiempo? Mal asunto.
Cheliabinsk – Kazán. Me aproximo cada vez más a la vieja Rusia. Leí un libro de Berdialiev en el que este analizaba la influencia de las ilimitadas extensiones del imperio sobre el alma rusa. Para poder dominarlas, dice el autor, se tuvo que crear un estado igualmente ilimitado. Y todas las energías, las gasta el estado en la mera manutención sin que quede nada más para la organización, la economía,....todo se deslavaza, se diluye en la inmensidad.

Georgia. En el seminario de Tbilisi estudió Stalin. Los iconos georgianos son mucho más antiguos que los rusos. La iglesia de Sveti Tsjoveli es el monumento del siglo XI mejor conservado del mundo. El emperador mando cortar el brazo de su arquitecto para que no construyera nada mejor. En él, celebra sus oficios divinos el cabeza de la iglesia georgiana, el Católicos de todas la Georgias, Yefrem II. Vardzia es una ciudad excavada en las rocas. Kapucinski compara el trabajo de su construcción con el de las pirámides de Egipto. Niko Pirosmanishvili fue un pintor Taif que pintaba sobre todo en negro (la pintura se la daban los fabricantes de ataúdes. Son famosos los viñedos georgianos, y su coñac: “Los barriles tienen que ser de roble. El secreto del coñac se esconde en los nudos de la madera. Mientras crece, el roble acumula sol. El sol penetra y se posa en los nudos, como el ambar se posa en el fondo del mar. Es un proceso que dura decenas de años. Un arbol joven no daría bien coñac. El roble crece. Su tronco empieza a platear. El roble se robustece; su madera cobra fuerza, color y olor. No todo el roble dará buen coñac. El mejor, lo dan los árboles solitarios que crecen en lugares apartados y en suelo seco. Son los que ha acumulado mucho sol. En un roble de estas características hay tanto sol cuanta miel hay en un panal...”en la actualidad, el vino se fabrica con barriles de robles que crecieron durante la revolución francesa.El vino gusta de la humedad, el coñac necesita el ambiente seco
Armenia. Los jakchars (cruces de piedra) se encuentran pro toda Armenia, porque han sido el símbolo de la existencia de aquel pueblo. Los pataraks son antiguos salmos armenios, arrebatadores, bellísimos; pueden escucharse en Echmiadzin que es el aticano de la Iglesia Armenia. Kp,otás es para los armenios como chopin para los polacos. En 1915 empezó en Turkía el exterminio de los armenios que, hasta hitler fuel el mayor genocidio de la historia: fueron pasados a cuchillo 1,5 millones de ellos. Unos soldados turkos subieron a Komitás a lo alto de una roca para arrojarlo, aunque en el último momento, la hija del sultán, alumna suya lo salvo. Sin embargo, Komitás ya había visto el abismo y ya había enloquecido: no volvió a hablar. Solo miraba, en silencio, hasta que, en 1935, le llegó la muerte en París. En Matenadarán (la meca armenia) se conservan libros armenios. Una Armenia de hace 4.000 años, con “sesenta imperios y cientos de ciudades” era coetánea de Babilonia y Asiria. De hecho, en ella nacen el Tigres y Eufrates. Geográfica e historicamente, Armenia es mucho más grande: ocupa lo que la meseta Armenia, llegando en tiempos a abarcar el espacio entre el Mediterraneo el Caspio y el Negro. El problema, siempre fueron sus poderosos vecinos: al sur, Turkía e Iran. Por el Norte, Armenia está magníficamente protegida por el mar egro y el Caspioy la gigantesca barrera del Cáucaso. Al otro lado está la amenaza del gran Mongol. En el siglo III, Tiridat III adopta el cristianismo: el primer país del mundo en que se convierte en religión oficial, pero en el sur, Iran es zoroastrico, y en el oeste triunfa el islam. En el secular conflicto entre Roma y Bizancia, la Santa Iglesia Apostólica de Armenia no se alejará totalmente del Vaticano. El alfabeto armenio es el de mashtots. Por su invento, fue canonizado este monje, aunque en el momento de difundirse, Armenia deja de existir como país: ya sólo le quedarán los scriptoria. En cualquier lugar, un atril, y tras él, un monje copiando todo lo que se encuentra: es un fenómeno único en la cultura universal: el libro armenio. En el siglo Vi ya tienen traducido a Aristóteles; en el X a la mayoría de los filósofos griegos y romanos. Copiaron tanto que en 1170 los selyúcidas incendias una biblioteca de 10.000 volúmenes.
Azerbaiyán. El bulevar de los petroleros en Bakú. El bakú viejo es un mundo comprimido. El nuevo fue construido por los magnates del petróleo. Ya los primeros viajeros árabes hablaban maravillas sobre el petróleo de Bakú. También Marco Polo. Hace 100 años se colocó la primera torre extractora. En 1873 se produjo la primera expulsión de crudo de un pozo natural. En 10 años Bakú e convirtió en una de la ciudades más ricas del mundo. Por Bakú, Rusia superó a Estados Unidos como primer productor mundial. En 1883 los hermanos Nobel controloaban el 51% del petróleo. La “ciudad negra” de Bakú se convirtió en el lugar más feo del mundo, mas transitado y más intranquilo. Como no se conocía la manera de encauzar el crudo, se rodeaban los pozos con diques creando así grandes lagos. Sin embargo, a menudo ríos enteros de petróleo fluían directamente al mar. En tiempo9s, azerbaiyan iba desde el Cáucasio hasta Teheran y desde el Caspio hasta Turkia.
Turkmenistán. El poema épico más largo de la historia se llama Manas y está recogido en 40 volúmenes. Es la epopeya nacional del pueblo Kirguiz. Según el arqueólogo yusúpov, el río Uzboy apareció en el desierto de repente hace 1000 años. Tomaba su agua del Amu-Daria y lo vertía en el caspio. Era recorrido por barcazas y bordeado por ciudades, azequias, y jardines.En él bebían los caballos de gensis khan. Sin embargo, hace 400 años, el río empezó a secarse. Con la marcha del agua, empezaron también e marcharse sus pobladores. Los desterrados viajaban hacia el sur, hacia los oasis del karakum (el desierto mas grande de asia central). Estos desplazamientos iniciaron una seried de guerras fratrcidas entre los turcomanos, guerras que casi llegaron hasta la revolución. En 1954 llegaron a Bosaga (en el Amu Daria, cerca de Afganistán) las palas mecánicas. En la actualidad, ese canal tiene casi 1000 kilómetros: quizá ya llegue al Caspio. Mari es la capital del oasis de Murgabu. Con 60.000 habitantes es la segunda ciudad de 1 país de 2 millones. Hace un calor sofocante y a mediodía, una nube gris empieza a posarse sobre la ciudad. Es el vendaval de arena que viene del desierto. Sopla un viento fuerte, levantando torbellinos de polvo que llenan todo el espacio entre el cielo y la tierra, un polvo que ciega y asfixia; no hay con qué respirar. La vida se paraliza, se detienen las máquinas... la tormenta de arena lo sepulta todo. El diluvio anega gente y rebaños y el vendaval de polvo sofoca, ahoga, amordaza a muerte. Ese polvo, esas partículas minúsculas (la piedra molida por el viento y el agua) suspendidas en el aire se calientan con el sol, formando una niebla seca, terror de la gente del desierto, una niebla seca y abrasadora; torbellinos de hulla incandescente como ascuas es eso lo qe el desierto obliga a respirar cuando descarga su furia. Estoy en mi habitación del hotel, no hay luz, pero sobre todo, no hay agua. El viento ha debido derribar los cables la arena ha obstruido las tuberías, aún me queda un poco de líquido caliente en el fondo de la jarra, pero ¿qué pasará más adelante? La ciudad no tiene agua, los teléfonos están cortados y sólo funcina la comunicación pro radio. Me he echado sobre la cama, pero todo está polvoriento, impregnado, la almohada calienta como una estufa. Y la sed. En el desierto, durante una tormenta, la gente cae en la locura del agua, de repente se bebe todas sus provisiones y reservas, ávida, sin pensar; en realidad es una especie de demencia: bebe no porque en esos momentos la atormente la sed, sino por que tiene miedo, enloquecida, cree que nunca volverá a ver agua, bebe para anticiparse al golpe...Sentada en una silla, la encargada del restaurante mira por la ventana. Se abre la peurta de la calle y entra un ruso todo cubierto de polvo, el viento le ha sacado los faldones de la camisa. En la cabeza lleva un gorro de invierno atado bajo la barbilla. Póngame 200 gramos, dice a la encargada. Ella se levanta, coge la votella de vodka y le llena el vaso. El se lo bebe y exhala un profundo ahhhhhhhh! Ahora me sentiré mejor, dice y,llevando fuego pro dentro, sale a la calle al fuego del desierto. La encargada lo acompaña con la miraa por un rato. Es de los nuestros le oigo decir, un hombre así lo aguantará todo. Después me mira a mi, con bondad, aunque también con una pizca de ironía, y, sin pronunciar palabra, me sirve una botella de naranjada.
Tayikistán. La revolución liberó a las mujeres del velo.las mujeres se quitaron los parandjes. En 1963 obtuvo su primer título universitario una mujer tayica. Su tesis versaba sobre la revolución de los parandjes: cientos de mujeres asesinadas por los basmaches en ejecuciones públicas por haber descubierto su rostro
Kirguizistán. Pasé la tarde en la yurta de un Destacado Pastor de la República Soviética de Kirguizia. La mitad de las ovejas del koljoz son propiedad de este o de su familia, solo el resto son del koljoz. Sentados en cuclillas sobre esteras, bebíamos vodka. A la hora del vodka, los kirguises superan a los rusos y, ni que decir tiene, a los polacos. También beben la smujeres, aunque suelen quedarse fuera de la yurta. En el banquete ofrecen al invitado la cabeza del carnero. El huésped debe comerse el cerebro. Después debe sacar un ojo y comerselo también. No hay que olvidar que el ojo de un carnero tiene el tamaño de una ciruela. El otro ojo se lo come el anfitrión. Así se forjan los lazos de confraternidad. Se trta de una experiencia que queda grabada en la memoria durante mucho tiempo
Uzbekistán. En la mezquita, los jóvenes juegan al billar. En Bujará aún perviven los bazares repletos de gente. Erkin me llevó al bazar por el que gustaba pasear Avicenna. Me enseño otro en el compró dátiles Ibn Batuta. También estuve en el patio de la Medresa Mir-I-Arab, la universidad musulmana.: Seminario Espiritual de las Musulmanes del Asia Central y del Kazajstán. Construido en 1503, fue clausurado en la revolución pero ha vuelto a abrir sus puertas estando sometido a intensos trabajos de restauración. La leyenda de Samarcanda nació bajo el yugo de Timar (Tamerlan), un sobranoque mantuvo asia bajo su yugo. El mismo se ponía al frente de los ejércitos. Decapitaba a todos los vencidos y, con sus cráneos construía torres murallas y caminos. Daba ordenes de desollar a los mercaderes para buscar oro en sus barrigas, y, él mismo preparaba los venenos para sus oponentes. La mitad del día era portador de la muerte. El resto era un creador de arte. La genialidad creadora era un seguro de vida: las tijeras de Timar tenían dos brazos: el de la creación y el de la destrucción: los dos son os brazos de la actividad de todo hombre. Sólo que, por regla general, esas tijeras apenas si se abre. Algunas veces se abren algo más. Las de Timar estaban abiertas del todo. A la entrada de Samarcanda hizo poner: “Si dudas de nuestro poderío, contempla nuestros edificios”.
La tercera Roma (1989). El Moscú que vio chateubriand cuando llegó con los ejércitos de Napoleón, tenía 295 iglesias ortodoxas y 1500 palacios. Entre villas exquisitas de ladrillo y mármol fluía el río Moskova rodeado por parques de pinos. En las aguas del adriático, Venecia en sus días de gloria no fue mas excelsa. Moscú, Moscú gritaban nuestros soldados al tiempo que batían palmas...El Moscú que vio Napoleón ya no existe: lo incendiaron los rusos al día siguiente para forzar a los franceses a retroceder.
Caminando por las calles de Moscú, en el interior de mis inmensos zapatos, los calcetines se me han enredado de tal manera que no puedo seguir caminando, sé que tengo que arreglarlos, pero, ¿Dónde me siento? ¿Dónde puede uno sentarse en Moscú a finales de otoño bajo el aguanieve, cuando se encuentra en la calle, cuando no tiene casa ni hotel (están siempre lejos) y el único lugar que le queda es un charco de barro a medio helar?...empezaba a comprender el sentido de la Revolución de Octubre (el gran acontecimiento del siglo XX (Todos lo sabemos)...por un reflejo miro los escaparates: todos albergan mesas de oficina...cuanta discusiones esconden tras sí. Cuantas reuniones y cuantos deates sobre tema de vital importancia: ¿Cómo hacer caber una mesa más?...y sobre las mesas se apilan montones de impresos, de formularios y de cuestionarios... La astucia a menudo se manifiesta en las cosas más sencillas. Los callejones por los que ahora paseo confirman esta verdad; la maniobra que dio la victoria a los bolcheviques consistió en expropiar y expulsar a los comerciantes y sentar en sus tiendas a los funcionarios, es decir, a un dócil y obediente instrumento del poder. El hombre detrás del mostrador fue sustituido por el hombre detrás de la mesa de despacho: la Revolución triunfó.
La Perestroika ha coincidido con el desarrollo del sistema de comunicaciones de este país. La televisión ha dado a la perestroika una dimensión que jamás ha tenido ningún otro acontecimiento en la historia del imperio.
Templo y palacio.
Observamos, lloramos
Armenia: Yerevan. Vuelo al Transcáucaso: Tblisi, Ereván Bakú, pero ya no hay conexión entre Erevan y Bakú. La revolución islámica en Iran empezó como un movimiento democrático y liberal, pero aquel es un país multinacional en el que los persas gobernaban sobre árabes, azeríes, beluchis, kurdos, etc. Estos pueblos, en cuanto oyen que se habla de democracia, lo primero que piensan es en independencia: cuando en Iran se plantea la posibilidad de perder algunas provincias, de convertirse en un estado menor, es cuando se deja oir el nacionalismo panpersa que en ese momento es monopolizado por los ayatollah: la revolución acaba en una serie de sangrientas expediciones contra azeríes, kurdos...
El encuentro entre los armenios que llegan a Erevan y los familiares y amigos que les reciben, sólo puede ser tan apoteósico entre esta gente: 1,5 millones asesinados por los turcos, 10 millones en la diáspora por todo el mundo, sólo tres en un pequeño territorio. Lo que más siente este pueblo es la separación; solo asi puede comprenderse el suplicio de Nagorno Karabaj (vivir a sólo 20 kilómetros, y no poder estar juntos). Todo vive un proceso de intensa rusificación. Los niños ya no hablan ruso, pero como faltan profesores de inglés o francés, Armenia se va aislando. Por todas partes se ven guerrilleros. El filósofo francés Cournot afirma que no solucionamos los problemas: sólo los desplazamos.
El hombre de la montaña de asfalto. Georgia: los rotulos estan escritos en otro alfabeto, el georgiano. Comparada con Armenia, Georgia es rica. Las gentes de aquí se caracterizan por un sorprendente e incomprensible vaivén emocional, por súbitos e impredecibles cambios de actitud. Por lo general son cordiales, bondadosos, hospitalarios, al fin y al cabo saben convivir en paz y armonía durante años. Hasta que, de repente, ¡ha pasado algo! ¿Qué? Ni siquiera lo preguntan, no atienden a razones; en seguida se pertrechan con sus kindjals (puñales) y sables (hoy con metralletas y bazookas) y exaltados y soliviantados se abalanzan sobre el enemigo y no descansan hasta ver corre su sangre. Los georgianos son 4 millones. Los abjazos 100.000. A los abjazos se les ha ocurrido la misma idea que veinte años antes se les había ocurrido a los habitantes de una isla caribeña colonia británica: Antigua: Los habitantes de esta isla crearon un partido de liberación nacional: declararon la independencia y arrendaron la isla a la cadena Milton. Los objazos, en uno de los lugares más bellos del mundo, una especie de Riviera o Mónaco, pretenden lo mismo.En un país como la antigua URSS, sólo existía un interés: el del Estado totalitario, pero de pronto, se desmorona. Acto seguido, cientos, miles de intereses, corporativos y nacionales, levantan cabeza, se identifican, se definen y reivindican unos derechos que les habían sido negados durante años. En un país democrático también existe, por supuesto, un gran número de variados intereses, pero las contradicciones y los conflictos se solucionan a través de probadas y experimentadas instituciones públicas y estatales. Aquí, sin embargo, no existen tales instituciones. ¿Cómo solucionar los naturales conflictos e intereses, cuando ya no puede hacerse con el látigo y la deportación? Bakú es un paisaje de pesadilla: vastas extensiones de tierra cubiertas de alquitrán, de escoria y de montañas de planchas de hormigón...Por todas partes fluye el petróleo de Bakú, formando apestosos arroyos, charcos, estanques, lagos y golfos. La superficie del mar está cubierta de petróleo y las playas aparecen negras, grasientas, llenas de aceite y de hollín.
Huir de uno mismo. Con 40 grados de fiebre, perdido en Bakú, nadie contesta a las preguntas de Kapucinski: se planta en medio de la calle y esgrime un bic: inmediatamente para un coche.
”...Este homo sovieticus es producto de la historia de la URSS, que está llena de continuas, intensas y masivas migraciones, deportaciones y traslaciones de pueblos. Si bien el transito en cuestión comienza en el siglo XIX con la población y os destierros a Siberia, así como la expansión colonialista en Asia, se acrcienta y se intensifica después de 1917. Millones de personas pierden sus hogares y llenan os caminos. Unos vuelven de los frentes de la Primera Guerra Mundial, otros parten a los frentes d ela guerra civil. La hambruna de 1921 obliga a otrao millones a peregrinar en busca de un pedazo de pan. Los niños a los que la guerra y la revolución les han arrebatado a los padres, esos millones de desdichados bezprizornys, forman cruzadas del hambre que recorren el país en todas direcciones. Luego multitudes de obreros en busca de pan y trabajo van a los Urales y a otras partes del país donde pueden colocarse en la construcción de fábricas, fundiciones, minas, o presas. Durante más de 40 años decenas de millones de personas emprenden sus viajes de martirio a los innumerables lagers y cárceles diseminados por todo el territorio de la superpotencia. Estalla la Segunda Guerra Mundial y nuevos raudales humanos se trasladan en todas direcciones, siguiendo las líneas de los frentes. En la misma época, en la retaguardia de dichos frentes, Beria dirige la deportación al Kazajstán profundo y a Siberia de polacos y griegos, de alemanes y Kalmucos. De resultas de todo ello pueblos enteros se encontraron en unas tierras extrañas, en un ambiente desconocido, sumidos en el hambre y en la miseria. Uno de los objetivos de esta operación consistía en crear a un hombre desarraigado arrancado de su cultura, de su ambiente y de su paisaje, y por ello mas indefenso y más obediente ante las directrces del régimen...¿qué es el tablero de ajedrez de Stalin? Stalin trasladó a los pueblos de tal manera, los mezcló y los entreveró de tal modo, que ahora no se puede mover a nadie sin tener que mover a otros sin tener que perjudicar a otros. Existen treinta y deis conflictos fronterizos, o tal vez más aún. Aquí tienes el tablero de ajedrez de Stalin, nuestro mayor problema.”

El turco con sus variantes, es la segunda lengua del imperio. El profesor Mamédov cuenta a Kapucinski: “¿Qué cómo se construyó el comunismo? Lo construyó Stalin con ayuda de los bezprizornys. Millones de huérfanos hambrientos y descalzos deambulaban por los caminos de Rusia. Robaban lo que podían. Stalin los encerró en internados. Allí aprendieron a odiar, y cuando crecieron, fueron vestidos con el uniforme del NKVD. El NKVD tenía al pueblo atenazado por el miedo. Aquí tienes el comunismo.”
Vorkutá: congelarse en medio del fuego. Parada “técnica” en Syktyvkar, camino del Círculo Polar, Kapucinski, perdido, agobiado y acalorado entre una muchedumbre en tránsito, hacinada en la terminal, sin saber a qué hora de qué día podrán continuar el viaje, filosofa sobre la paciencia y resignación de los viajeros. Desorientado, le cuesta un trabajo enorme preguntar. Después de años de miedo, la gente ha aprendido que es malo preguntar y nadie lo hace. Después de varias horas de pié derecho, aguantando el exceso de ropa para un local atestado, por fin sale el avión, también atestado, de noche, hacia Vorkutá. Espectáculo de la aurora boreal. Cuando aterriza al avión la aurora desaparece; solo queda el frío: 35 grados bajo cero. De pronto, K. Se queda solo en la terminal. Un policía le tranquiliza: pronto llegará el autobús de la ciudad. No tiene pérdida: sólo hay uno. Como todo, el autobús va atestado de gente: gente envuelta hasta la cabeza en una gruesa capa de ropa a modo de grandes capullos. Los cristales del autobús totalmente helados impiden ver un paisaje que por otra parte no existe: es noche cerrada y no hay una sola luz. Por fin el hotel: entrar en el Louvre desde una calle de París no ofrece el contraste de entrar en este hotel que “nos salva la vida”. La ventana de la habitación está abierta de par en par y el hielo impide cerrarla. Después de tallar el bloque de hielo, la cierran y la aseguran con ayuda de una tabla ad hoc que había bajo la cama. La encargada del hotel, amablemente trae una toalla empapada en agua caliente: la columna de vapor calentará un poco la habitación. En Vorkutá se construyeron decenas de lagers para extraer el carbón. Hoy son 13 minas en torno a una ciudad rodeada por una circunvalación. Un único autobús circula por ella en un sentido. Otro en el sentido contrario. En un determinado lugar, el conductor para y señala a K la dirección por la que ha preguntado una hora antes. En medio de la oscuridad, rodeado por montañas de nieve que la ventisca convierte en geiseres helados, impulsado por la insensatez, K se aleja de la parada del autobús. No encuentra nada ni a nadie. Al cabo de un rato, helado, hundido en la nieve, descubre una casa, pero es una tienda cerrada. Esta vez eligiendo bien, renuncia a la tentación de acurrucarse para descansar: habría muerto. Cuando ya estaba al límite de su resistencia, vislumbra una figura luchando contra el viento. Es una mujer que le acompaña a la dirección que buscaba. Como las otras casas, aquella ocupaba el fondo protegido contra el viento de una hondonada. K. Pregunta por los lagers (“la frontera entre los lagers y el mundo exterior no estuvo nunca demasiado trazada”); y pregunta por la huelga que ha venido a cubrir como periodista. La habitación se llena de 20 vecinos que vienen a ver el partido del Spartak. Sin embargo, no se ve nada: la televisión sólo ofrece partículas luminosas de colores que se mueven por la pantalla y no se oye nada. Sin embargo, todo el mundo sabe cuando ha marcado el Dínamo: los puntos de color azul se han juntado de pronto: se están abrazando. Los últimos condenados en Vorkutá fueron liberados en 1959. Marian Marek Bilewicz lo cuenta en “He salido de la oscuridad”. K. Compra unos claveles rojos que deposita, ya congelados, en el suelo: todo el suelo es un cementerio.
Mañana se rebelará Bashkiria. El imperio ruso ha costado a su pueblo tanta sangre que el pueblo, a pesar de todo, aunque muera de hambre, defenderá la tierra hasta el final. La ciudad de Ufá, entre el Volga y los Urales contaminada de fenol (un nuevo chernobil). Cubriendo la noticia, K entra en contacto con el espíritu nacionalista.
Misterio ruso.
Saliendo de Ufá, aunque ya es el mes de abril, los ríos siguen siendo inmensos bloques de hielo. El imperio ruso ya se ha separado, pero ahora empiezan a pedir autonomía las regiones rusas. En Irkutsk, K asiste a una “representación” (“Dos palabras sobre Rusia”). La “función” no tiene desperdicio: la Rusia imperial, la Rusia de los zares, quiere resucitar; es el viejo nacionalismo de siempre con las excusas de siempre: el mundo entero envidió siempre las maravillas de mi patria; por eso quisieron destruirla. K. Pretendía llegar a ver el Baikal, pero solo ha visto hielo.

Saltando por encima de los hielos. Tania, de 10 años, describe a Kapucinski los “tuneles” en la niebla helada. Por ellos, sabe cual de sus amigas ya ha pasado camino del colegio: Es una niebla clara y luminosa. Cuando una persona la atraviesa, se forma un pasillo. El pasillo tiene la silueta de la persona que pasa. La persona pasa, pero el pasillo permanece...si por la mañana no se ve ningún pasillo es que hace demasiado frío y nadie ha salido de casa. Pero ahora, como es primavera, hasta dentro de las casas, la gente camina sobre el barro. Es un barro maloliente pues no hay alcantarillado. Lo que sí hay son cables: está prohibido cavar en la tierra para no electrocutarse: los cables eléctricos están metidos bajo la tierra. Yakutsk tiene oro y diamantes, pero ni los ve ni los toca: son para pagar cohetes y tanques. En el vestíbulo del hotel, el único periódico es L’Humanité. En portada aparecen filas y filas de coches en perfecto orden, por una autopista limpia y elegante, huyendo de Paris: La gente está harta de Paris y quiere descansar. K. Describe la compra del desayuno: la camarera, absolutamente seria e inexpresiva, uno a uno, sin decir una palabra, toma nota del pedido. No hay “buenos días”, ni “¿Cómo está?” ni un “Gracias”. La gente come deprisa. Lo engulle todo en un minuto.
Kolimá: niebla y más niebla. Después de varios días de tempestad, por fin puede partir el avión a Kolimá. Durante las esperas, una madre habla a K. sobre la dedovschina que soporta su hijo en el servicio militar. Se trata de las vejaciones e incluso torturas que a modo de novatada permanente, ejercen los veteranos sobre los novatos. Es un sadismo causante de numerosos asesinatos y suicidios. Es la crueldad gratuita que describe Mijailovski en su ensayo sobre Dostoievsky: el genio de este literato consistió en descubrir esa característica del pueblo ruso: está acostumbrado a sufrir y a hacer sufrir. El aeropuerto de Macadán está a 50 Km de Kolimá. En el camino, el taxista recoge a dos mafiosos. En el primer control son detenidos. La mafia puede ser rusa, caucasiana o asiática, pero forma pirámides perfectas que llegan incluso hasta las casas de vecinos. La mafia es hija de los bezprizornys (huérfanos acogidos por el NKVD y convertidos en guardianes, y torturadores, ahora, sus hijos son los mafiosos). En 1927, se descubrió oro en Kolimá (Siberia nororiental). Kolimá se convierte en una pesadilla como Auschwitz, Treblinka, Hiroshima y Vorkutá. Varlam Shálamov lo cuenta en “Relatos de Kolimá”. En ruso coloquial, para consolarse ante algún mal, se dice: “peor fue en Kolimá”. El primer jefe del lager fue Berzin. El terro de Stalin se ceba sobre los kulaks (campesinos propietarios más reacios a la colectivización). El barco kim transportaba 3000 esclavos hacia Magadan. Como castigo contra la rebelión, inundaron de agua las bodegas: todos murieron congelados. Otro barco, por culpa de los hielos de ärtico, llegó retrasado a su destino (un año tarde). Por supuesto, la carga se había estropeado: miles de prisioneros. Eugenia Ginzburg cuenta en “Agria Odisea” el sufrimiento y muerte de otro cargamento, en este caso, de mujeres. Estos barcos llegaban a Magadan, y a los supervivientes, contados y recontados decenas de veces en esperas larguísimas a la intemperie, se les internaba en un lager de etapa (provisional). A este lager acudían los jefes de las minas. Cuanto más importante era el jefe, antes elegía pudiendo llevarse a los más fuertes. En Macadán y Kolimá había 160 lagers con un total, como mínimo de 1.000.000 de presos. Una tercera parte moría. 5 años después de su estreno, Berzín es llamado a Moscú y fusilado por blando. Le sustituye Garanin; está pasando revista: ”Aún estaba en Macadán cuando nosotros ya habíamos adoptado la posición de firmes. Todo relucía de limpio, pintado, cubierto de arena amarilla... entra... se baja del primer coche, y la corte, en un abrir y cerrar de ojos se aposta a ambos lados, todos con su máuser y vestidos con chaqueta de piel vuelta. El con un abrigo de piel de oso... el jefe de nuestro lager... se le acerca corriendo y con voz temblorosa le transmite el parte: “Camarada comandante...la sección operativa del lager está lista para la inspección’. ‘¿Hay aquí presos que se escabullen del trabajo?” “Los hay” contesta con temor el comandante, y avanzan de la fila 12 hombres. “¡Con que no queréis trabajar eh, hijos de puta!” Y ya está blandiendo en la mano una pistola. Pam, pam, pam!. Ha abatido a todos. A quién aún se movía lo remataba la corte. “¿Y hay batidores de records, los que superan la norma?¿obreros de vanguardia?” “Los hay camarada comandante..”. Toda una fila de alegres obreros de vanguardia. Estos no tienen nada que temer. Garanin se les acerca, siempre con su corte, sin dejar de blandir su máuser con su recámara vacía. Sin darse la vuelta, lo entrega a sus cortesanos. De ellos recibe una nueva pistola cargada que guarda en la vaina de madera, pero no quita la mano de la culata. “Con que obreros de vanguardia eh! ¿Sobrepasáis la norma? ¡Si!” Contestan. Y Él vuelve a preguntarles: “¿Los enemigos del pueblo sobrepasan la norma? Vaya!.... malditos enemigos del pueblo! Hay que eliminar gentuza como vosotros” y otra vez, pam, pam, pam!, y de nuevo, una decena de hombres yace en un charco de sangre. ...el comandante del lager conduce a los queridos y estimados huéspedes al comedor para agasajarles con un banquete. Y está muy contento de haber evitado él mismo un balazo. (Anatoli Zhigulin, “Las piedras negras”).Garanin, diariamente solía matar de un tiro a entre una decena y una centena de personas. Beria ordenó fusilarlo de repente, y no se sabe por qué, formalmente por haber sido espía japonés, aunque herrero de profesión, semianalfabeto, ni siquiera conocía la existencia de aquel país.
Hoy día, cuenta K., para borrar las huellas de los crímenes, no hace falta desmontar nada ni volar nada por los aires. La mitad del archipiélago GULAG ya se ha hundido en el barro y el lodo. La mitad de los lagers siberianos la ha cubierto el bosque y los caminos que conducen a ellos han desaparecido bajo lasa aguas de la primavera. En las ciudades, en el lugar de muchos lagers, se levantan barrios nuevos, fábricas y estadios....dentro de pocos años, el mundo de los lagers borrará sus últimas huellas.
“La gran purga” (Alexander Weissberg-Cybulski).
“Un mundo aparte” (Herling Grudhinski)
“Que lo juzgue la historia” (Roy Medvédev)
Un pensamiento muy acertado de K.: Se camina por las calles de Macadán a través de altos pasillos abiertos en la nieve. Son muy estrechos: al encontrarse con otra persona, hay que detenerse y dejarla pasar. A veces me topo cara a cara con un hombre mayor. Y siempre me planteo la misma pregunta: ¿Verdugo, o víctima? ... si a pesar de todo, me armase de valor y le hiciese esa pregunta, y él se mostrase sincero, podría oir en respuesta: Ya lo ve usted, tiene delante las dos cosas: verdugo y víctima...y qué queda? Oxidados cascos de barcos, torres de control pudriéndose, profundos hoyos de los cuales en su tiempo se extraían minerales de metales. Un vacío lúgubre e inerte. No se ve a nadie en ninguna parte, pues las exhaustas columnas ya pasaron y desaparecieron en la fría y eterna niebla.
El kremlin: una montaña mágica. Entre Norilsk y Moscú se extiende la cadena de los Urales. Durante el vuelo por encima de estas montañas se produce el cambio de estación. Hasta ahora, el invierno era omnipresente, mientras que a partir del momento en que se dejan atrás los picos de los Urales, se entra de cabeza en la primavera. La tierra recupera su color gris ocre...los lechos de los ríos se llenan de plata líquida, y aquí y allá aparecen macizos de verde claro.
La emboscada. K entra a duras penas en Nagorny-Karabaj y cuenta la situación de esta región. Un interlocutor resume la historia: ‘En otros tiempos éramos parte inseparable del territorio de Armenia, pero en 1920 entraron aquí tropas turcas y pasaron a cuchillo a la población Armenia que vivía entre la frontera de la Armenia actual y Nagorny Karabaj. Sólo se salvaron aquellos de nuestros antepasados que se habían refugiado en las montañas de Karabaj. La ya deshabitada franja fue repoblada por turcos caucasianos, es decir: azeríes, que hoy son chiítas. Otra persona le define que es Europa: Europa llega hasta aquel lugar donde vive gente fiel a los ideales del cristianismo. Y nosotros, los armenios, que vivimos en la parte más remota del sudeste, somos un pueblo así. Desde una ventana, le muestran al enemigo: “Suspendidas del cielo brillaban hileras de luces. Allí, en lo alto, dijo, está la ciudad azerí de Shusha. Nos tienen como en la palma de la mano. En cualquier momento pueden abrir fuego sobre nosotros. “Llama la atención lo extremas que son las posturas. Ni siquiera se trata de, estando entre armenios, poder decir: Opino que los azeríes tienen razón, o, estando entre los azeríes, decir: opino que los armenios tienen razón impensable. Inconcebible. Te odiarán y te matarán! Basta con decir en un lugar inadecuado y entre gente inadecuada: ¿Hay un problema! (o ¿no hay un problema!) para exponerse a ser estrangulado, ahorcado, lapidado o quemado vivo”. “También es inconcebible que, en Bakú o en Erevan, alguien intente pronunciar un discurso como este: Escuchad, hace decenas de años un pachá turco y un Stalin igualmente salvaje tiraron en vuestro nido caucasiano ese terrible huevo de cuco, y desde entonces no hemos parado de martirizarnos y de matarnos mientras que ellos, en sus podridas tumbas, se frotan las manos y se ríen a carcajadas. Y fijaos en qué miseria vivimos, rodeados de atraso y suciedad, de modo que lleguemos a un acuerdo y pongámonos por fin a hacer un trabajo útil!. Ese alguien jamás habría podido vivir lo suficiente como para poder terminar su discurso, pues apenas se dieran cuenta ambos bandos de lo que quería decir, al desgraciado moralista y negociador le habrían quitado la vida.
Asia central, aniquilación del mar. Las aguas de Amu-Daria y del Syr-Daria y de sus afluentes permitieron que se fundaran y florecieran las famosas ciudades de Bujará y Jivá, Kolanda y Samarcanda. Por aquí pasaban las caravanas de la Ruta de la Seda, gracias a las cuales cobraban colorido y crecían en importancia los mercados de Venecia, Florencia, Niza y Sevilla.
En la segunda mitad del 19, tropas del zar conquistaron lo que llamaron el turkestán (la población local, salvo los tayicos, hablaban lenguas turcas). En 1917, la revuelta antizarista no la llevan a cabo los nativos: son los bolcheviques rusos. El comienzo de la catástrofe ecológica se remonta a los años 60. Primero trajeron los bulldozers de toda la geografía del imperio. Empezando por las orillas de ambos ríos, los mastodontes de acero se pusieron a excavar en la arena profundas grietas por las que después se dio salida al agua. A lo largo de esos canales, los kolozianos debían plantar algodón. Al principio lo hacían en los eriales robados al desierto, pero puesto que la demanda era infinita, entregaron al algodón todo el resto de la tierra: cultivos, jardines y huertos. En las aldeas de sembraba en todas partes: delante de las casas, en los caballones donde antes crecían flores, en los patios, junto a las aceras, en lugar de las cebollas sandías, olivos y tomates. Aviones y helicópteros sobrevolaban aquellos pueblecitos hundidos en el algodón, tirando sobre ellos aludes de abonos químicos: nubarrones de pesticidas tóxicos. La gente se ahogaba, no tenía con qué respirar, se quedaba ciega.
“La catástrofe del Aral” (Grigori Reznichenko).
El pueblo se llama Muinak y todavía hace pocos años era un puerto marítimo de pescadores. Ahora se levanta en medio del desierto: el mar está a unos 60, 80 kilómetros.
Popper escribió: la ignorancia no es una simple y pasiva falta de conocimiento, sino que es una postura activa que consiste en negarse a adquirirlo, negarse a poseerlo, es un rechazo del saber. “Rusia en la niebla “ (H.G. Wells).
Pomona en la pequeña ciudad de drohobycz. En Donetsk una mujer vendía pezuñas de vaca...”se pueden usar para hacer sopa, me contestó: en las pezuñas hay grasa”. Un poco más allá, en los almacenes “El Cisne Blanco”, una muchedumbre se abalanza hacia la planta baja: ha llegado una remesa de zapatos. Vendían sólo un par de zapatos por persona. No importa a quién. Cada comprador se agarra a una caja y se queda a un lado: ese lugar será el del intercambio: por una cadena de transacciones, discusiones, y compromisos, cada cual logrará el par adecuado. La catedrática de economía Galiena Goberna me dijo cómo se distribuyen los beneficios de las fábricas y las minas de Donetsk: el cincuenta por ciento se lo lleva Moscú, Kiev el treinta, el once las autoridades de Donetsk, y para la empresa queda el cinco por ciento. Donetsk es el centro de una cuenca minera de Ucrania; en algunos barrios, montones de carbón y de escoria se acumulan directamente en las calles. Un polvo negro se posa sobre las paredes de las casas formando oscuros tizones, correones plomizos y repugnantes costras bruñidas en las fachadas de kilométricas series de bloques de pisos. ¿Le gusta Donetsk? Me preguntó la muchacha en un tono inseguro. La gente es muy sensible hacia esta clase de cosas, les descorazona oír en respuesta una opinión desfavorable. Febril y diligentemente, me puse a buscar los lados buenos de la ciudad, pero, por lo visto, no había sabido conferir sinceridad a mi voz, pues cuando terminé de hablar, me respondió con un tono de determinación, hasta altivez: No obstante, en verano, en nuestra ciudad florecen las rosas. Un millón de rosas. ¿Puede usted imaginárselo? Un millón de rosas!.

Clavdia Mironova dice que en Siberia, además de los desterrados, también hubo sitio para comunas enteras de heterodoxos que fueron capaces de sobrevivir al zar y a los bolcheviques. Cuando obligaban a todo el mundo a ir a los Koljoses, una noche, ella y su marido, con una vaca y dos cochinillos, huyeron a las profundidades de la taiga. Allí se establecieron, construyeron una cabaña y, más tarde, incluso una casa con algunas dependencias. Durante todo el estalinismo, dice con orgullo, no vio a un solo extraño. El tren de cercanías entre Odessa y Kishiniov es un trasto ruinoso de clavos y hojalata, lleno de parches de cartón y de tablones de madera. En todas partes se ven huellas de destrozos... En el interior campa por sus respetos una caterva típica de los suburbios: compinches, gamberros, putas, rufianes... es de ellos este tren, este ande, este mundo. Te asedian, rugen, estallan en estridentes carcajadas, pero sus bramidos no tienen nada de alegría, son agresivos y conminatorios, los profieren para provocarte...sólo espero cuándo sentiré el pinchazo de una navaja en una costilla o cuando veré una hoja de afeitar junto a mi ojo”. Winnica es el lugar de un asesinato en masa, otro Katyn en territorio de Ukrania. En los años 1937-38, el NKVD fusiló aquí a miles y miles de personas. No se sabe el número exacto. Aún en 1943, los alemanes exhumaron los cuerpos de 9.432 víctimas... en las fosas se hallan principalmente ucranianos y polacos...acabada la ejecución, sobre algunas tumbas se construyeron pistas de baile y, sobre una de ellas, un túnel de la risa. “Bronislawa trajo al mundo 10 hijos. Seis de ellos muriero de hambre en sus brazos. Ella es la encarnación femenina de job, del Job de la Gran Hambruna. El que ella, una mujer, sobreviviese a aquel cataclismo es una confirmación de que la Gran Hambruna sembró la muerte mayoritariamente entre niños y hombres. Las mujeres resultaron las más fuertes, las más resistentes...aquí, en un piso diminuto, contemplo escenas de la Gran Hambruna...me abstengo de preguntar por los nombres de los muertos, por si existen sus pequeñas tumbas, porque creo que no debo preguntar nada, sino limitarme a escuchar lo que deseen confiarme. En 1929 se aprueba la colectivización de 100 millones de campesinos. Pero los campesinos se resisten a entrar en los Koljoses. En vista del panorama, Stalin aplasta su resistencia por dos métodos: Deportación a Siberia de cientos de miles de ellos, y a los que quedan, los quiere obligar a la obediencia condenándolos al hambre. Moscú fijó las cantidades de productos agrícolas que cada pueblo debía entregar al Estado. Estas cantidades superaban en mucho las posibilidades de producción de estas tierras, por lo que al no poder cumplir con los cupos, empezó a confiscarles, a despojarles de tódo lo que había: los campesinos se quedaron sin nada para comer, ni tampoco para sembrar. A partir de 1930 el hambre hacía estragos, un hambre implacable y feroz que se prolongó durante 7 años. La mayoría de los demógrafos e historiadores están de acuerdo en que Stalin condenó a morir de hambre a alrededor de 10 millones de personas. Las historias de padres que matan a sus hijos, las historias de canibalismo, son abundantísimas y terribles; lo cuenta Serguéi Maksúdov en “Zvienia”, Vasili Grossman en “Todo fluye”. ¡...alguien trajo de la ciudad un periódico. Y en él, en una fotografía, se veía un trigal grande y alto. Estaba escrito que las ciudades pasaban hambre, que se hacían colas día y noche para comprar pan, y todo porque los campesinos haraganeaban, no les daba la pena recoger los cereales, todo se estropeaba en los campos. El odio hacia los campesinos era feroz ¡y eso que se morían de hambre!.
Regreso a la ciudad natal.
Suma y sigue. El escritor ruso Yuri Bóreo comparó la historia de la URSS con un tren en marcha: “El tren se dirige hacia un futuro luminoso. Lo conduce Lenin. De pronto, Sto., se han acabado las vías. Lenin apela a la gente pidiendo que trabaje horas extras los sábados; se colocan más vías y el tren puede continuar el viaje. Después se pone a conducirlo Stalin. Y también se acaban las vías. Stalin manda fusilar a la mitad de los revisores y de los pasajeros y obliga a los demás a colocar vías nuevas. El tren se pone en marcha. Jruschov sustituye a Stalin, y cuando se acaban las vías ordena desmontar las que el tren ha dejado atrás y colocarlas delante de la locomotora. Jruschov es sustituido por Brézhnev. Cuando vuelven a acabarse las vías, Brézhnev dispone que se corran las cortinas de las ventanillas y que se balanceen los bagones de tal manera que los pasajeros crean que el tren continúa en marcha”. “La fe en Rusia cobra veces tintes religiosos (entiendo que Kapucinski se refiere al nacionalismo, más que a la fe). Vi en Moscú una manifestación durante la cual una multitud rezaba una letanía a Rusia, y lo hacía con un fervor religioso comparable al de los peregrinos de Jasna Góra de Czestochova orando a la Virgen”. El principio del cambio puede observarse en 1985: decaen los movimientos de liberación nacional que buscan su amparo en Moscú, entran en crisis los partidos comunistas occidentales. La brecha polaca de Solidaridad no deja de ampliarse. Moscú va perdiendo terreno en la carrera armamentística. “...todas esas crisis se suceden en condiciones de penuria económica... No podemos olvidar que aquello que se llamaba ‘privilegios de la clase gobernante’ era muy relativo; el nombre se debía a la pobreza omnipresente. Muchos ciudadanos de países ricos se reirían de tamaños privilegios. Por ejemplo en un lugar de Ucrania estalló un escándalo porque a un funcionario del patido se le había abierto el portaequipajes del coche, en marcha, y los transeúntes vieron en el un embutido. En Ufá yo mismo fui testigo de otro escándalo: en le mercado se vendían manzanas podridas mientras que los miembros del aparato tenían acceso a unas manzanas que, si bien con gusanos, ¿podridas no estaban! En 1985 Andréi Gromyco propone y es aceptado a Mijaíl Gorbachov como Secretario General del Comité Central del PCUS. Sólo un mes más tarde pronuncia el discurso inaugural de la perestroika y la glasnost[1]. Tras la invasión de Checoslovaquia, un periodista que pudo tener acceso a Brézhnev, le preguntó sobre qué podía escribir. Brézhnev, le dijo que lo escribiera todo, que escribiera en un solo libro, y que ese libro se lo enviase a él directamente. Una breve historia de la URSS: Tras la muerte de Stalin y Beria, el deshielo de Jruschov, sólo la perestroika y la Glásnost introducen un cambio radical. En 1990 la creatividad de Gorvachov pierde dinamismo. Dimite su ministro de asuntos exteriores Eduard Shevardnadze. Se producen revueltas sangrientas en Vilna y Riga, pero Gorbachov aún rodeado por los neoestalinistas, no cesa a los responsables y se va a Crimen. Es la ocasión que esperaban sus colaboradores: el golpe de Estado se da contra las instituciones más progresistas: el Parlamento y la Presidencia de la Federación rusa ocupada por Yeltsin. Sin embargo, el golpe tiene poco apoyo y peor organización. Los tanquistas que rodean el Parlamento llevan dos días sin comer y empiezan a suscitar la piedad de los sitiados. Las mujeres de estos se van a sus casas y cocinan para los soldados. Alimentados y agradecidos, los tanguistas aseguran a las mujeres que no dispararán y, llegada la orden, cumplen su promesa. Al entierro de las 3 únicas víctimas acude 1.000.000 de rusos. Inmediatamente después, yeltsin ilegaliza al Partido Comunista. A finales de 1991 se reinen los presidentes de varias repúblicas y acuerdan al creación de la Comunidad de Estados Independientes. Gorvachov, aislado dimite del cargo de presidente de algo que ya no existe y el 25 de diciembre se arría la bandera roja con la hoz y el martillo. La televisión ha contribuido en gran medida a la caída del imperio. El proceso se ha producido prácticamente sin víctimas mortales; “la gran Ukrania se ha declarado independiente sin disparar un solo tiro. Bielorrusia a seguido el mismo camino”. “Es curioso que hoy la sangre se derrame allí donde se lanzan al ataque el nacionalismo ciego, el fundamentalismo religioso o el racismo zoológico, que no son sino las tres nubes negras que pueden oscurecer el cielo del siglo XXI...”. “Creo que el atraso de este país, su pobreza, los efectos de la dejadez y los destrozos son tan grandes que un año es un tiempo demasiado corto como para esperar ver un resultado palpable. Esperemos 10 o 20 años...y sin embargo, este año, sólo ha bastado para catar la atmósfera política del país...Salen victoriosas las fuerzas que abogan por la consolidación del poder (sobre todo central) y por un Estado grandes y poderoso. Se ha creado un clima favorable al fortalecimiento de los métodos autoritarios de ejercer el poder, un clima favorable a cualquier forma de dictadura”. “Los rusos se plantean qué hacer. Unos dicen: volver a las raíces, a la vieja Rusia. Solzhenitsin afirma que la Rusia de los zares era un país maravilloso, ‘rico y floreciente’”. Sin embargo, Antón Chéjov, aún en 1890 ya escribía: “...hemos mortificado en las cárceles a millones de personas; las hemos martirizado sin que nos hayan hecho nada, sin pensarlo, como bárbaros; hemos obligado a gentes encadenadas a recorrer decenas de miles de verstas a través de tierras gélidas, las hemos contagiado de sífilis, las hemos pervertido, hemos multiplicado los criminales, y de todo eso hemos culpado a los borrachos de los carceleros...”
[1] “...justo antes del desmoronamiento de la URSS (una de las paradojas del mundo) en la sovietología occidental, sobre todo en algunos círculos de politólogos norteamericanos, se impuso la teoría de que la URSS representaba el modelo del sistema mas firme y estable del mundo. Jerry F. Hough, professor de la Universidad de Duke, era el principal representante de esta escuela. Según escribe Theodore Draper... no hubo ni uno de entre los politólogos norteamericanos que previese el desmembramiento de la URSS”.

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